martes, 11 de febrero de 2020

El compañero de viaje

"¿Es este el camino del lugar?", preguntó un perro joven a un zorro muchacho que tomaba el sol entre las matas. "Si, éste es, le respondió el zorro, y como he descasado bastante y voy también al mismo pueblo, quiero acompañarle". "Tome usted la derecha". "No le permito; soy más joven". "Usted es forastero; ¿quién diría de mi las gentes?".

El perro no se atrevió a replicar, y así atravesaron por delante de un bosque situado a la derecha del camino. Un poco más allá vieron otro bosque hacia la izquierda, y dijo el zorro, deteniéndose: "He reflexionado y tenía usted razón; soy el más viejo y podrían criticarle a usted por cederme la derecha":

Así atravesaron el bosque hasta encontrar otro grupo de árboles al lado opuesto. Entonces el zorro hizo una parada, y dijo, con mucha convicción:

- ¡Alto! No pasaré de aquí si no vuelve usted a ponerse a mi derecha. En este país hay mucha etiqueta y me desollarían si no le cedo el sitio preferente. ¿Y que dirían de mi? Usted va de paso y yo me quedo... Volvieron a caminar, y el zorro marchaba al compás del compañero, resguardado por su cuerpo y encogiendo mucho el rabo, cuando sonó un disparo entre los árboles. El zorro desapareció, mientras el perro, con la pata rota, lanzaba lastimosos aullidos.

- ¡Calle!, es un perro, dijo un cazador: pero yo he visto un rabo de zorro.
- Era el de mi compañero de viaje -contestó el perro, entre ladridos, y contó la aventura al hombre-. Ven a casa a curarte -dijo este- pero que esto te sirva de lección y que no olvides nunca que más vale ir solo que mal acompañado...

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