sábado, 21 de julio de 2012

Un rasgo de San Martín

Don José de San Martín nació en el pequeño pueblo de Yapeyú, Argentina. Fue educado en Madrid y peleó en Bailén contra los ejércitos de Napoleón. De regreso a su patria fue nombrado, en 1814, gobernador de la provincia de Cuyo, con asiento en Mendoza, donde le encuentran los emigrados de Chile.

Aunque de carácter de San Martín era terco y severo, cuéntase de él, entre otras la siguiente anécdota:

En Mendoza presentándole a su despacho un oficial y saludándolo militarmente, le dijo: "necesito hablar con don José de San Martín, no con mi general. ¿Me permitirá hacerlo?" -Hable usted -contestó San Martín-. "Señor, anoche he perdido en el juego dos mil pesos de propiedad de mi batallón, tenga compasión de mi, le juro que no soy vicioso, ésta era la primera vez que he jugado, y no volveré a hacerlo. Más me aflijo por mi anciano padre que por mí; es tan honrado, que moriría de pena si se publica mi falta.

- ¡Basta! -exclamó San Martín, y abriendo un cajón de su escritorio, sacó dos mil pesos, los entregó al oficial y le dijo -: "Vaya usted a pagar ese dinero y guarde el más profundo secreto sobre lo que acaba de decirme. Tenga usted mucho cuidado, porque si el general San Martín se entera de esto, lo manda a fusilar en el acto".

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