viernes, 7 de octubre de 2011

Frente a tu casa (Juan de Cruz)

Niño, ¿has reparado en el arbolito que la Municipalidad colocó cerca de tu puerta? Es un buen amigo tuyo. Está allí para purificar el aire que respiras, para darte en verano generosa sombra, cuando cansado de jugar, converses con tu vecino (porque, sin duda, serás amable con quien vive al lado de tu casa); para decirte en primavera el mensaje del bosque; para darte en otoño la advertencia de que debes prepararte para el frío del invierno, y decirte que no temas al hielo; él tendrá más frío que tú, porque estará desnudo; mas siempre permanecerá cumpliendo allí la misión de dar oxígeno a tus pulmones.

Cuida a tu amigo árbol; enséñale a tu hermanita pequeña o al muchacho ignorante que si se columpia en sus ramas, que son débiles todavía, se romperán, y el arbolito morirá...

Hazle una oquedad en la base y échale agua algunas veces. El mundamente te agradecerá recreando tus pupilas con su hermosa figura. Y cuando pasen muchos años, y tú seas anciano, ¡quién sabe si te sea consolador apoyar tu cuerpo cansado en su tronco, que entonces será grueso y firme!, y, quién sabe, también , si te será grato eocar el recuerdo de tus padres y de tus hermanos.

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